En la vendimia se produce la primera selección de la uva. Sólo los racimos que reúnen la máxima calidad se destinan a la elaboración de nuestros vinos, desechándose el resto de la cosecha por no alcanzar las condiciones exigidas. Nuestro objetivo es coger sólo las uvas maduras y sanas, aquellas que vienen de cepas en perfectas condiciones foliares.
La uva se recoge manualmente en cajas de doce kilos, así se asegura su perfecto estado durante el traslado a la bodega. Una vez allí, la uva recién vendimiada se almacena en cámaras frigoríficas a una temperatura de entre 4 y 6 grados.